En
la actualidad el espionaje mundial es un “trending topic” debido a diversos
acontecimientos ocurridos; sin embargo en México es un tema de poca explicación
pública y mínimo interés social.
Hace algunos días fue dado a conocer que en la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México existe un Centro de Espionaje con presencia de Agentes y Oficiales de Inteligencia del Pentágono y de la Agencia de Seguridad Nacional.
Este centro desde hace 3 años opera y es denominado “Centro de Fusión México” y está orientado hacia "objetivos de alto valor" que brindan el fácil acceso a la identidad y privacidad de los habitantes de la República.
Ahora Eduard Snowden en su carta abierta se dirige a Brasil; muchos han interpretado que el ex analista está pidiendo asilo a cambio de cooperar en investigaciones sobre las acciones de inteligencia de Estados Unidos en ese país, pero Glenn Greenwald (periodista y abogado) señaló "Esto está siendo ampliamente malinterpretado".
El abogado explica que se está brindando una respuesta a la petición de los senadores brasileños que han pedido apoyo en la investigación abierta en el país sobre las actividades de la NSA.
¿Por qué no México?, siendo que se dio a conocer al mismo tiempo el espionaje realizado a ambos países.
La respuesta puede ser muy amplia pero uno de los principales ejes de arranque en el que podemos centrarnos es debido a la nula respuesta que presentó el estado mexicano sobre este tema y que pareció no afectar en lo más mínimo a la administración federal.
Brasil tuvo una respuesta enérgica y constante, buscó una respuesta y se interesó por ir más allá en el tema, un punto a favor de su actual presidenta, y con esto brindar información a su ciudadanía.
La cultura del espionaje mundial indiscriminado se está desmoronando y es necesario que las naciones afectadas, entre ellas México, se unan para pedir una explicación y erradicar esta actividad ilícita operada por el potencial controlador del mundo, Estado Unidos.
México debe exigir una explicación, analizar el contrato donde se estipuló el "legal" establecimiento del Centro de Fusión y dejar aún lado el criterio del sueño americano y ofrecer a su ciudadanía la seguridad y la capacidad de restablecimiento de la vida privada.
La obligación de la creación de una Identidad Virtual, los contratos mexicanos con el gigante de Internet y el libre acceso de agentes y oficiales de inteligencia son el ejemplo claro del control que se está permitiendo a Estado Unidos imponer en un país que se hace nombrar libre y soberano.
Hace algunos días fue dado a conocer que en la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México existe un Centro de Espionaje con presencia de Agentes y Oficiales de Inteligencia del Pentágono y de la Agencia de Seguridad Nacional.
Este centro desde hace 3 años opera y es denominado “Centro de Fusión México” y está orientado hacia "objetivos de alto valor" que brindan el fácil acceso a la identidad y privacidad de los habitantes de la República.
Ahora Eduard Snowden en su carta abierta se dirige a Brasil; muchos han interpretado que el ex analista está pidiendo asilo a cambio de cooperar en investigaciones sobre las acciones de inteligencia de Estados Unidos en ese país, pero Glenn Greenwald (periodista y abogado) señaló "Esto está siendo ampliamente malinterpretado".
El abogado explica que se está brindando una respuesta a la petición de los senadores brasileños que han pedido apoyo en la investigación abierta en el país sobre las actividades de la NSA.
¿Por qué no México?, siendo que se dio a conocer al mismo tiempo el espionaje realizado a ambos países.
La respuesta puede ser muy amplia pero uno de los principales ejes de arranque en el que podemos centrarnos es debido a la nula respuesta que presentó el estado mexicano sobre este tema y que pareció no afectar en lo más mínimo a la administración federal.
Brasil tuvo una respuesta enérgica y constante, buscó una respuesta y se interesó por ir más allá en el tema, un punto a favor de su actual presidenta, y con esto brindar información a su ciudadanía.
La cultura del espionaje mundial indiscriminado se está desmoronando y es necesario que las naciones afectadas, entre ellas México, se unan para pedir una explicación y erradicar esta actividad ilícita operada por el potencial controlador del mundo, Estado Unidos.
México debe exigir una explicación, analizar el contrato donde se estipuló el "legal" establecimiento del Centro de Fusión y dejar aún lado el criterio del sueño americano y ofrecer a su ciudadanía la seguridad y la capacidad de restablecimiento de la vida privada.
La obligación de la creación de una Identidad Virtual, los contratos mexicanos con el gigante de Internet y el libre acceso de agentes y oficiales de inteligencia son el ejemplo claro del control que se está permitiendo a Estado Unidos imponer en un país que se hace nombrar libre y soberano.
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